miércoles, 25 de enero de 2012

Serpiente de Metal


Numeros 21:6-9


"Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía"

Desde los principios de la humanidad, ha existido una idea muy generalizada acerca de las serpientes, y mucho tiene que ver el relato Bíblico. En Gn 3, la serpiente aparece como el más astuto de los animales (3.1–3) y como el instrumento que Satanás utilizó para tentar al hombre (2 Co 11.3; Ap 12.9). Como consecuencia, Dios maldijo a la serpiente y para siempre la condenó a arrastrarse sobre su pecho (Gn 3.14). A partir de allí, siempre se la asociado con Satanás. En la misma Biblia se lo menciona como la "Serpiente Antigua" (Ap. 12:9).
En el relato que tratamos ahora, el pueblo de Israel, una vez que salió de Egipto, en su éxodo, debía pasar por el territorio de los edomitas, pero éstos le negaron el paso, por lo cual se vieron obligados a rodear esa tierra, y por supuesto, les tomaría más tiempo llegar a la tan ansiada tierra prometida. Fue en ese momento, que los isaraelitas, renegaron contra Dios (v.5). Lo mismo solemos hacer nosotros cuando se nos presenta un obstáculo y demoramos más en llegar a nuestra meta. En fin, Dios les envió "serpientes ardientes" que mataron a muchos. Posiblemente la descripción de "ardientes", se refiera al gran ardor e hinchazón rojiza que provoca la mordedura de una serpiente venenosa. Pero no queda allí la cosa. Te preguntas talvez, ¿porqué Dios les envió algo que los mataría? No es sencillo de contestar, pero meditemos en esto. El pueblo de Isarael había visto con sus propios ojos los tremendos milagros que Dios hizo en Egipto, las plagas, la columna de humo y la comuna de fuego que guiaba a Israel, el maná del cielo, etc, etc, etc, y aún viendo todo eso, este pueblo seguía renegando!.
Pero la misma cosa que causaba la muerte fue la cura. El mandamiento de Dios a Moisés fue, que hiciera una "serpiente ardiente", que la ponga sobre un asta, y cualquiera que había sido mordido y la vea, vivía. ¡Esto es tremendo! Serpientes ardientes mataron a mucho pueblo desobediente y una serpinete ardiente los haría vivir? Según Jn 3.14, la serpiente de metal es tipo del «levantamiento» sobre la cruz del Hijo del Hombre (Jn 8.28; 12.32s). Todo aquel que le mira con fe tendrá la vida eterna (Is 45.22) y es verdad, pero no es el tema central de este mensaje. Si Dios me hubiera dicho que haga una "serpiente ardiente", probablemente lo que yo haría es una serpiente en llamas, pero Moisés la hizo de bronce. Por qué? El bronce, a diferencia de otros metales, no es algo que se encuentra en la naturaleza, sino que es algo que se fabrica, pues es producto de aliaciones compuestas sobre todo de cobre y de estaño, materiales a los cuales se les añadía otros metales como el cinc, plomo, plata, etc. Si pero por qué de bronce y no de otro material? Es aquí donde la cosa se pone interesante. Esto tiene que ver mucho con nosotros los metaleros.  Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando te dicen la palabra serpiente? a muchas personas, lo primero que piensan es: veneno, algo feo, asqueroso, peligroso, de mal gusto, etc., casi todo es negativo. Nosotros, muchas veces somos mal vistos por nuestra apariencia (ya sabes, cabellos largos, ropa extraña, gustos extremos, etc), y la gente piensa que somos drogadictos, borrachos, satanistas, sucios, peligrosos, de malos gustos, venenosos, etc. No te parecen familiares estos conceptos? Parece que es casi lo mismo que las personas opinan de las serpientes!
Si eres una chica y quieres salir con un metalero, lo común es oír al padre decir: ¡No salgas con ese muchacho peludo que ha de ser borracho, peligoroso!!!!
Te va a dañar!!!!!. Predominan estos preconceptos que tenemos de las personas solo por su apariencia. No todo lo que es bonito es de Dios y no todo lo feo es del Diablo. Dios no utilizó una bonita y blanca palomita para ponerla en el asta y sea vista por los moribundos. Dios usó una fea serpiente!!!!
Posiblemente hemos sido venenosos y hemos mordido a alguien. Cómo? Talvez no somos tan buenos ejemplos que digamos, y hemos afectado a personas alrededor nuestro, talvez mordimos a  alguien al invitarlo a hacer algo indebido, el veneno es el pecado, la Biblia dice que la paga del pecado es muerte (Romanos 6.23), pero si hemos sido parte del problema, también podemos ser parte de la solución. Hagamos la diferencia. Es verdad que mucho del metal que escuchamos no tiene buen mensaje, pues exalta la iniquidad, pero sea cual sea el estilo de nuestra predilección, podemos utilizarlo para revivir. La serpiente era de un metal diferente, en donde la aliación o la unión de los diferentes metales que la componían daría el resultado deseado. Si el death metal o black metal mandaron veneno a tu vida, esos mismos estilos, pueden darte una solución, utilizando el vervadero fin de toda cosa creada: apuntar a Jesucristo. La serpiente de metal, o de bronce, no tenía ningún poder curativo en sí, la fuente de esa sanidad provenía de Dios, la finalidad de mirar a la serpiente era acordarse de Dios, mirarlo a Él. Cuando la gente vea nuestra música llevada al metal, debe acordarse de Dios, debe lograr que la gente vea a Jesús, de lo contrario sería como címbalo que retiñe, solo mucho ruido. La unión de los diferentes metales dio como resultado el bronce, la unión de nosotros como metaleros cristianos, puede lograr lo mismo. Thrashers, heavys, deathers, blackers, headbangers, etc, podemos unirnos y hacer algo grande. Las personas que hayan sido mordidas por el pecado, de cerca o de lejos pueden mirar a nosotros y acordarse de Dios, nuestra unión dará un buen resultado. Cristo dijo: Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste (Juan 17: 20-21).
Cuando tus amigos te ven, ¿miran en ti una forma de vida que apunte a Jesucristo? La idea es ser como esa serpiente, simplemente ver a Jesús en nosotros.

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